Hace noventa años, durante la dictadura de Primo de Rivera, se diseñó un ambicioso plan para crear una tupida malla ferroviaria por todo el país. Uno de los proyectos pretendía comunicar el centro de la península con Extremadura, saliendo de Talavera de la Reina y llegando hasta Villanueva de la Serena en las vegas alta del Guadiana, ya en tierras extremeñas. Las obras, que comenzaron a finales de los años veinte del pasado siglo nunca se terminaron peor, por fortuna, el proyecto de Vías Verdes de recuperación de antiguos trazados ferroviarios para uso y disfrute de senderistas y ciclistas.
La Vía Verde de la Jara discurre a lo largo de 52 kilómetros entre la población de Calera y Chozas y la estación de Santa Quiteria que, como el resto de las infraestructuras que encontramos en el camino, nunca llegaron a entrar en funcionamiento; atraviesa seis viaductos, 18 túneles -alguno de ellos de 800 metros de longitud-, seis apeaderos y estaciones, ermitas y miradores. El paisaje está dominado por la vegetación típica del bosque mediterráneo y por las aguas de los ríos Tajo y Huso.
Uno de los puntos más espectaculares de la ruta es el viaducto de Azután o puente Amador que con sus 340 metros de longitud salva las aguas del Tajo a poco más de 10 kilómetros de Calera y Chozas.
Aldeanueva de Barbarroya es el único núcleo urbano que atraviesa la ruta, aunque podemos desviarnos unos kilómetros para acercarnos a La Nava de Ricomalillo, Campillo de la Jara o Sevilleja de la Jara; en este último se encuentra el Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas (CERI), todo un referente en España en el estudio y rehabilitación de aves rapaces, y que, previa reserva, puede ser visitado.
La ruta se puede realizar a pie –en dos o tres jornadas- o en bicicleta de montaña. También es posible acercarse en coche hasta algunas de las estaciones y hacer una parte del trayecto.
El único alojamiento a pie de ruta se encuentra en la estación de Campillejo-Sevilleja. Se trata de dos antiguos vagones -uno que cumple las funciones de restaurante y el otro está habilitado como coche cama- que cuentan con la categoría de Alojamiento Rural Singular.
En la primera parte del camino el paisaje está dominado por campos de cultivo que dan paso a la vegetación típica del bosque mediterráneo con madroños, encinas, alcornoques, jaras o plantas aromáticas, como el tomillo y la lavanda. Podremos observar conejos, liebres y, con algo de suerte, algún ciervo, y, en los cielos, el vuelo de rapaces y una variada avifauna con presencia de rabilargos, arrendajos o las coloridas oropéndolas.
No muy lejos del final de la ruta se encuentran las localidades de Minas de Santa Quiteria y Puerto Rey, y el embalse del Cijara, en un paraje natural de singular belleza.
Turismo Castilla-La Mancha 2023. Todos los derechos reservados.