La estampa de un cerro coronado por uno o varios molinos de viento es un cuadro indisolublemente asociado a nuestra tierra. La Mancha. También lo es la silueta de un castillo dibujada sobre un promontorio. Castilla. Viajamos por algunos lugares que definen la imagen de nuestra región.

Al poco de abandonar Toledo, desde decenas de kilómetros de distancia, veremos el castillo de Almonacid alzado sobre un monte y vigilando el antiguo camino a La Mancha. Merece la pena una breve parada para contemplar las vistas.

Desde allí seguimos hasta Tembleque: es visita obligada por tener una de las más bellas plazas mayores de España, emblema del barroco popular del XVII.

Un lugar perfecto para comer a mitad de la jornada sería Madridejos donde, entre otras cosas, aún se conserva en pie el molino del "Tío Genaro", uno de los más antiguos de La Mancha.

Consuegra merece dedicarle, al menos, el resto del día. Los molinos de Consuegra son un hito y un gran reclamo turístico de nuestro país. Sobre el cerro Calderico, 12 molinos de viento y el castillo de la Muela –de los mejor conservados de la región– dominan un vasto paisaje. Un atardecer con estas vistas privilegiadas es un gran colofón para emprender el camino de vuelta.

Puedes saber más de Consuegra en este otro viaje.