Molina de Aragón es una ciudad de gran riqueza monumental que se merece un paseo pausado. La ciudad tiene el tamaño ideal para recorrerla a pie. En el trayecto no podemos olvidar el barrio judío, de gran belleza medieval, y el barrio de la morería, al otro lado del río Gallo. Sobre él cruza el puente románico o puente viejo, construido entre los siglos XII y XIII, símbolo de la villa… junto al castillo, claro.
El castillo de Molina lo domina todo desde su colina. Su extensión, sus características y haber sido la cabeza del importante Señorío de Molina -casi una nación independiente de Castilla y Aragón-, hacen imprescindible su visita. La fortaleza dispone de dos recintos: el exterior o albacara de grandes proporciones, con cinco puertas de acceso y defendido por diversas torres almenadas; y el interior, donde se alza el castillo y sus seis torres, cuatro de ellas en buen estado o restauradas. Aún más arriba, en lo alto del cerro, antiguamente conectada al castillo, se encuentra la popular Torre de Aragón, vigía del municipio.
Ya en el entorno urbano será inevitable toparnos con numerosos templos cristianos, palacios y casonas de distintas épocas; desde el románico de Santa Clara a San Gil, totalmente reconstruida después de un incendio ya en el siglo XX; el renacimiento reflejado en San Pedro, con su preciosa espadaña mudéjar o la mezcla de estilos y decoraciones del Convento de San Francisco. La Casa del Obispado Díaz de la Guerra, Palacio de los Arias, Palacio de los Montesoro… aunque entre todos ellos destaca el Palacio de los Molina, La Subalterna, que presenta un gran arco de medio punto abovedado en la portada con los escudos de los Molina.
Los alrededores de Molina ofrecen multitud de alternativas interesantes. Proponemos proponemos dos visitas en direcciones opuestas.
Hacia el este, el Castillo de Zafra, situado sobre un roquedal en la sierra de Caldereros, una fortaleza espectacular y llamativa que ha sido escenario de varias escenas de la serie Juego de Tronos. Se puede acceder en coche hasta su base.
El castillo de Zafra pertenece al término municipal de Campillo de Dueñas, pero el mejor acceso es desde la población de Hombrados (Molina N-211 hasta el cruce de Hombrados). Desde el pueblo, al lado de la iglesia sale la pista forestal a Zafra.
Hacia el sudoeste, el impresionante Barranco de la Hoz en Corduente, integrado en el Parque Natural del Alto Tajo. Aquí el mismo río Gallo que atraviesa Molina ha horadado el suelo durante miles de años dando forma a un paisaje de singular belleza, dejando inmensas moles de arenisca en su parte alta y conglomerados en su parte baja. Desde los cortados de la parte alta del cañón se pueden divisar diferentes tipos de rapaces y al pie de los escarpes se sitúa el bello y recóndito Ermita-Santuario de Nuestra Señora la Virgen de la Hoz, del siglo XVI.
Normalmente la gente se acerca en coche directamente hasta el santuario. Pero si te atreves y tienes tiempo, una ruta circular de senderismo desde Corduente (9 km, unas 4:30 horas andando) te permite conocer todo el barranco y zonas que no se suelen visitar. Acércate al Centro de Interpretación "Dehesa de Corduente" en Corduente: desde allí se inicia el recorrido y puedes informarte; además hay un área de picnic y recreo.
Una mención aparte para la cocina tradicional molinesa. Resaltar el morteruelo y un producto que con el tiempo ha alcanzado un importante auge hasta convertirse en uno de los símbolos gastronómicos de Molina: la trufa negra, exquisita en una caldereta de cabrito. Sus populares patas de vaca son un postre exquisito.
Centro de Interpretación “Dehesa de Corduente” (Corduente)
Ctra. CM-2015, km 85
Teléfono: 949 848 217
Email: cicorduente@jccm.es
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