Villar del Humo, “donde el arte y la naturaleza se confunden”. El pueblo se levanta junto al río Vencherque, afluente del Cabriel, que pasa por la localidad encajonado entre meandros y forma paisajes de hoces de arenisca y vegetación de ribera de gran belleza.
Este entorno es ideal para actividades turísticas al aire libre, desde el descenso por aguas bravas hasta actividades micológicas, cinegéticas y de pesca deportiva. Tanto para estas actividades como para visitar los yacimientos recomendamos contratar los servicios de alguna empresa especializada.
Muy cerca del pueblo, el Paseo Fluvial del río Vencherque (SL-CU 07, perteneciente al Registro Oficial de Senderos de Cuenca), es un precioso recorrido que recorre un tramo del cauce por ambas orillas, pasando por un área de recreo, entre chopos, abedules y fresnos, que dura apenas 1 hora.
Pero lo que da fama a Villar del Humo es conservar una nutrida muestra de pinturas rupestres agrupadas en una serie de abrigos y parajes, todos en la zona montañosa de la Sierra de las Cuerdas, entre los ríos Mesto y Cabriel, a unos 12 km del pueblo. A esta zona se la conoce como Parque Cultural de Villar del Humo, un circuito cerrado de unos 27 km.
Los abrigos rupestres se encuentran en tres zonas dentro de dicho parque cultural: Peña del Escrito, Marmalo y Selva Pascuala. Hay otro medio centenar de abrigos que todavía no son visitables.
En el pueblo, el Centro de Interpretación de la Sierra de las Cuerdas es el inicio perfecto de nuestra excursión a las pinturas, además de una muestra de toda la riqueza cultural del pueblo.
Existen diferentes tipos de rutas para ver las pinturas, según la duración y el número de yacimientos. Por ejemplo, la excursión de mayor duración serán 6-7 horas aproximadamente y veremos todos los abrigos: Peña del Escrito, Selva Pascuala y Marmalo; además, monumentos paisajísticos (como Torre Balbina y Peña de San Antonio) y civiles (Torre Barrachina, una construcción de doce metros de altura que es considerada la más inaccesible de toda la provincia). Las rutas más cortas incluyen sólo parte de estos lugares.
A Torre Balbina le debemos unas palabras aparte por ser el lugar más simbólico del entorno: esta sorpresa de la naturaleza es una formación rocosa de más de 25 metros de altura y más de 230 millones de años de edad. Hay un mirador situado muy cerca que nos permite admirar en todo su esplendor el paisaje que nos rodea.
Todas estas pinturas pertenecen al Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica y fueron declaradas, como todos los lugares bajo esta denominación, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se conocen un total de 170 figuras entre las que podremos distinguir dos tipos de arte rupestre: las más antiguas, del mesolítico (con una antigüedad en torno al 8.000 a.C.), en tonos más rojizos, representan figuras humanas, de animales y escenas naturalistas; y neolíticas (con una antigüedad en torno al 6000 a.C., en tonos desde el anaranjado al castaño azulado, con una temática más abstracta, simbólica y con esquematizaciones.
En Villar del Humo es difícil separar naturaleza y arte rupestre; más que probablemente, la magia de este entorno tuvo que ver en que fuera elegido para vivir por aquellos primeros moradores.
Es posible que durante alguna temporada de invierno estén cerradas por conservación de las mismas. Se recomienda llamar antes al ayuntamiento.
http://www.aytovillardelhumo.org/
http://www.descubrecuenca.com/
http://www.senderosdecuenca.org/index.php/es/component/content/article?id=209:slcu07
Turismo Castilla-La Mancha 2023. Todos los derechos reservados.