Desde Huete o desde Cuenca, este recorrido es perfecto como excursión de un día.

La ciudad romana de Segóbriga, en Saelices, es una de las mejor conservadas de España, recorrerla nos traslada de lleno a Roma y su imperio. El lapis specularis, abundante en las minas de la zona y muy codiciado en Roma como cristal de ventanas y ornamento para fiestas, parece la causa principal de su desarrollo y crecimiento. También su situación estratégica, entre Cartago Nova, puerta del Mediterráneo, y Toletum. Segóbriga  llegó a albergar un teatro, anfiteatro, utilizado para las grandes fiestas, termas públicas, templos, destinados al culto imperial, mercados...hasta convertirse en punto de referencia de la Meseta como vida urbana al estilo romano. De aquella grandeza quedan hoy importantes y bien conservados restos. Actualmente, son visitables el acueducto, las necrópolis, la ciudad, el teatro, la muralla y puerta principal, el criptopórtico del foro, las termas del teatro, la basílica, el foro, el aula basilical, las termas monumentales, la acrópolis, la casa del procurador minero, el anfiteatro, el circo y la basílica visigoda.

Si nos sobra tiempo, muy cerca está la Reserva Natural de La Laguna de El Hito, un humedal singular: cerca de 10.000 ejemplares de grulla común se llegan a concentrar aquí, sobre todo en dos épocas, hacia el mes de noviembre, en la migración hacia el sur, y a finales de febrero y primeros de marzo, en el viaje hacia el norte. Existe un observatorio de aves y un itinerario interpretativo y acondicionado para la visita, señalizado mediante una serie de carteles interpretativos de 1 h de duración aproximada.

A 13 km de Segóbriga está Uclés, donde podemos detenernos para pasear y comer. Muchos son los detalles que conforman Uclés como una población típicamente castellana con reminiscencias árabes, vestigios judaicos y estructura cristiana, con todos los estilos representados. Las casas solariegas, el antiguo Pósito o el Ayuntamiento, la antigua Fuente de los Cinco Caños, frente a la Puerta del Agua, sobresalen dentro de la arquitectura civil.

Pero sin duda el elemento de referencia y de identidad de Uclés es su impresionante monasterio, que domina el perfil, le otorga su sobrenombre de Escorial de La Mancha y esconde entre sus muros una joya arquitectónica y artística sin parangón en la comarca. Las obras comenzaron bajo el reinado de Carlos V, en 1529, y finalizaron dos siglos después, en 1735, reinando Felipe V. En su construcción participación figuras como Enrique Egas, Francisco de Luna, Francisco de Mora y Pedro de Ribera.