«En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín fl aco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda».

Argamasilla de Alba

Es opinión generalizada que Cervantes inició, o al menos concibió, la escritura del Quijote en la prisión de Argamasilla, encerrado en una celda que no es otra que la Casa de Medrano, hoy magnífico centro cultural que combina la arquitectura tradicional manchega con diseño y materiales modernos. Otros puntos de interés son la Iglesia de San Juan Bautista y el Castillo de Peñarroya, ambos referidos en la novela.

Todos los años en torno al 23 de abril, fecha de la muerte de Cervantes, se celebran las Jornadas Cervantinas . Durante varias semanas se suceden lecturas del Quijote, ciclos de conferencias y exposiciones de artes plásticas, y el Mercadillo Cervantino, que reproduce el ambiente popular de los siglos XVI y XVII, con espectáculos teatralizados por parte de vecinos del pueblo que participan en la particular representación El Quijote en la calle.

Ruidera

«¡Oh lloroso Guadiana, y vosotras sin dicha hijas de Ruidera, que mostráis en vuestras aguas lo que lloraron vuestros hermosos ojos!». Según parece, el nombre de Ruidera podría estar ligado al ruido producido por las cascadas que caían de lagunas más altas a otras más bajas. Cuando uno llega por primera vez a Ruidera queda totalmente sorprendido. Tras atravesar parte de La Mancha con un aspecto tan seco, tan llano y con escasa vegetación nos encontramos de repente con un paisaje totalmente distinto lleno de armonía, con mucha vegetación y diversidad de fauna. Lugares de visita obligada son La Casa del Rey, la Iglesia de Santa María de la Blanca y el Puente de la Esclusa. Otros puntos de interés son la Ermita de San Pedro de Verona y el Castillo de Rochafrida.

El Parque Natural de las Lagunas de Ruidera es uno de los espacios más bellos de la región. Se trata de un hermoso enclave paisajístico y un lugar privilegiado: un rosario de 15 lagunas a lo largo de 28 kilómetros, enlazadas unas con otras mediante cascadas, riachuelos y canales subterráneos. Dispuestas de forma escalonada, con un descenso de 120 metros desde la primera laguna, la Blanca, hasta la última, Cenagosa. Declarado Parque Natural en 1978. Se considera la fuente donde nace el río Guadiana, y lo comparten las provincias de Ciudad Real y Albacete.

Ossa de Montiel

«Y comenzó a caminar por el antiguo y conocido Campo de Montiel. Y era la verdad que por él caminaba». Situado al oeste de la provincia de Albacete, junto al límite con la de Ciudad Real, en él encontramos abundantes resonancias quijotescas. En su territorio se encuentra la Cueva de Montesinos y nueve de las quince Lagunas de Ruidera. La Cueva de Montesinos es junto a El Toboso, patria de Dulcinea, el lugar más citado en toda la novela: las fantásticas visiones que tuvo en ella don Quijote ocupan varios capítulos de la obra y son numerosas las veces que el hidalgo vuelve sobre este episodio. Se puede acceder a ella por una entrada parcialmente cerrada por bloques de piedra.

Hoy Ossa es un pueblo tranquilo, aireado y agradable. En sus calles predominan las casas bajas, de sillarejo o tapial encalado, muchas de ellas con el característico zócalo azul tan propio de La Mancha.

El aventurado esfuerzo por identifi car los lugares citados en el Quijote nos lleva ahora hasta un molino a orillas del río Alarconcillo donde algunos sitúan la venta en la que Maese Pedro representó ante don Quijote, Sancho y sus acompañantes el retablo de Melisendra y don Gaiteros. El Molino de El Tobar está muy cerca de la ermita de San Pedro y de la cueva de Montesinos. Hoy tan sólo pueden verse las paredes de este molino harinero, la presa, el pequeño embalse y el canal del agua.

Otros puntos de interés son Iglesia de Santa María Magdalena, del siglo XVI y de sencilla fachada, y el Museo Etnográfi co, que recoge buena parte de la historia y las tradiciones del lugar.

Cada Domingo de Pascua, los vecinos de Ossa de Montiel trasladan la imagen de San Pedro desde la Ermita de San Pedro de Verona hasta su iglesia parroquial. El 29 de abril, es devuelta a su lugar de origen. La tradición es que las mujeres transporten la imagen desde la ermita al pueblo y los mozos jóvenes la lleven de vuelta a la ermita.

El Bonillo

Se sitúa en la provincia de Albacete, a 65 kilómetros de la capital provincial y en la comarca del Campo de Montiel . Es un interesante conjunto urbano en el que conviven buenos ejemplos de arquitectura popular manchega, con portón, corral y granero.

Destaca el Ayuntamiento, de estilo renacentista y realizado en el siglo XVI, la Iglesia de Santa Catalina, iniciada en 1699, con su ventana plateresca que se abre en la torre-campanario, y la Capilla del Cristo de los Milagros, del siglo XVII.

Munera

Como las ya referidas Ossa de Montiel y El Bonillo, forma parte del Campo de Montiel, escenario de las andanzas y aventuras de don Quijote y Sancho. Además de la aventura del Retablo de Maese Pedro, que pudo tener lugar en cualquiera de los municipios de la zona, son muchos los que reclaman para Munera el honor de ser el lugar donde se celebraron las famosas Bodas de Camacho . Situada al norte de la provincia de Albacete está regada por dos ríos, el Quintanar y el Ojuelo, que se unen para engrosar el Córcoles.

Visitas recomendadas a la Iglesia de San Sebastián, al Castillo de Munera, junto al río Córcoles, y al Molino de la Bella Quiteria, donde cada primer sábado de julio se celebra un certamen literario. Una vez que el jurado dicta el fallo, se celebra una memorable merienda con platos descritos en el pasaje de las bodas de Camacho.

Además de celebrar el Carnaval, la Semana Santa y San Isidro, el 25 de julio, día de Santiago, el pueblo festeja las Fiestas de la Juventud, con la elección de la reina y damas, concursos, verbenas y suelta de vaquillas. La Feria y fiestas patronales de Munera en honor de la Virgen de la Fuente, se celebran cada septiembre desde 1756.

FIESTAS, ARTESANÍA, COMER...

La Encantá: dice una leyenda local que la noche de San Juan una bella dama se asoma entre los muros del castillo de Munera. Con tal motivo, el sábado más próximo al 24 de junio se celebran diversos actos festivos cerca de las ruinas del castillo. Ossa, El Bonillo, Munera, Lezuza y El Ballestero vienen realizando desde hace varios años la Feria de artesanía del Campo de Montiel. En ella están representadas el esparto, el mimbre, la cerámica, las esencias, la madera y los tejidos.

Comidas recias y sabrosas. La tradición manchega está muy presente en la gastronomía de todos estos pueblos. A los embutidos de la matanza hay que sumar las migas con uvas; los gazpachos manchegos; el atascaburras, con patatas y bacalao; los galianos; el pisto; los duelos y quebrantos; , deliciosos platos todos ellos acompa-ñados por supuesto de vinos de La Mancha. Entre sus variados postres, destacan los rolletes de sartén elaborados con harina, huevos, aceite de oliva, azúcar y ralladura de limón. a