Descubrir pueblos, ciudades, espacios naturales y un impresionante patrimonio histórico y cultural de una forma diferente con el vino y todo lo que le rodea como protagonistas. Eso es lo que ofrecen las rutas del vino por Castilla-La Mancha. Mucho más que un viaje, mucho más que degustar unos vinos o conocer unas bodegas, nos adentramos en una experiencia sensorial en la que se dan la mano la tradición y la modernidad, donde no falta pasión, hospitalidad y disfrute.
Castilla-La Mancha es el mayor viñedo del mundo. De sus bodegas centenarias salen caldos que compiten en calidad en las ferias y certámenes más prestigiosos del planeta. No hay restaurante que se precie que no tenga un hueco destacado para los vinos de estas tierras. La región es una auténtica milla de oro del enoturismo.
Las rutas del vino ofrecen al viajero la posibilidad de conocer y empaparse de todo lo que rodea su elaboración –desde el cultivo hasta que llega a la copa–, participar en la vendimia, visitar bodegas, pasear por los campos de vides que se pierden en el horizonte, degustar exquisitos caldos, descubrir el maridaje con los productos de unos campos que nutren los fogones más exclusivos, conocer, en definitiva, todo lo que rodea la cultura del vino.
Pero, además, la oferta que encierra cada una de estas rutas se amplia con la visita a museos y espacios expositivos, la participación en la celebración de fiestas con el vino como protagonista, viajes a los parajes naturales más representativos de cada comarca, empaparse de la riqueza patrimonial e histórica de pueblos y ciudades.
Ruta del Vino de la Mancha
Ubicada en plena llanura manchega, en la zona de mayor producción de vino de Europa, nueve municipios componen esta ruta del corazón de La Mancha. Están distribuidos por las provincias de Ciudad Real, Toledo y Albacete y comparten la D.O. La Mancha: Villarrobledo, Socuéllamos, Alcázar de San Juan, Tomelloso, El Toboso, Campo de Criptana, Argamasilla de Alba, La Solana y Pedro Muñoz. Impresionantes paisajes y pueblos en los que la figura de don Quijote se hace muy presente.
Ruta del Vino de la Manchuela
La Manchuela es un pequeño terruño entre Cuenca y Albacete que ofrece cultivos de gran calidad con sabores únicos; por ello hoy ostenta Denominaciones de Origen en varios productos, entre ellos los vinos. Esta Ruta del Vino de la Manchuela, que muestra al viajero las bondades de esta noble comarca en la que fluyen las aguas de los ríos Júcar y Cabriel, cuenta con 23 municipios que se reparten las provincias de Cuenca y Albacete: Alarcón, Villanueva de la Jara, Iniesta y El Herrumblar; y hacia el sur, Villamalea, Villatoya, Cenizate, Navas de Jorquera, Casas Ibáñez, Alborea, Fuentealbilla, Balsa de Ves, Casas de Ves, Mahora, Villa de Ves, Alcalá del Júcar, Motilleja, Jorquera, La Recueja, Valdeganga, Carcelén, Alatoz y Pozo Lorente.
Ruta del Vino de Valdepeñas
Valdepeñas es prácticamente sinónimo de “vino”. Es el producto identifica estas tierras. El viajero podrá disfrutar de todo tipo de actividades y experiencias: de bodegas grandes y pequeñas que conjugan tradición y modernidad; restaurantes y bares que ofrecen una gastronomía exquisita e innovadora, y con una extensa y variada cultura de la tapa; alojamientos para disfrutar de una experiencia de calidad y acogedora; museos de pintura, escultura, arqueológicos o del aceite, entre ellos el primer Museo del Vino de Castilla-La Mancha, que recoge la historia de la enología y del vino para el disfrute de grandes y pequeños; conjuntos históricos con iglesias y plazas centenarias de impresionante belleza y singularidad; y un entorno natural con llanuras y suaves cerros marcado por el río Jabalón de este a oeste, la Sierra de Despeñaperros que bordea el extremo sur.
Ruta del Vino de Jumilla
La Ruta del Vino de Jumilla se sitúa al sur de la provincia de Albacete, un territorio con gran tradición vitivinícola constatada desde época ibérica, aunque se han hallado en excavaciones arqueológicas restos de vitis vinífera de 5.000 años de antigüedad. Además del municipio murciano que le da nombre, de la Ruta forman parte las localidades albaceteñas de Fuente-Álamo, Montealegre del Castillo, Ontur, Tobarra y Hellín. Actividades, eventos y experiencias en torno al mundo del vino se ofrecen en un amplio abanico para que el viajero se sumerja en la cultura, tradición y costumbres de estas tierras. Pasear por un viñedo, visitar una bodega y conocer el proceso de elaboración del vino, alojarse en un entorno rural, tomar un buen vino y degustar la gastronomía de la zona en sus restaurantes, y adquirir productos típicos en sus tiendas, son algunas de las experiencias que brida la Ruta del Vino de Jumillas, sin olvidar la oportunidad de conocer el patrimonio histórico, cultural y natural que ofrece.
Ruta del Vino de Méntrida-Toledo
Con el vino de la D.O. Méntrida como protagonista, esta ruta nos invita a visitar bodegas, viñedos y cooperativas, pero también los recursos patrimoniales y naturales del territorio y a disfrutar de la gastronomía tradicional manchega y la artesanía popular. Once municipios de la provincia de Toledo participan en este recorrido: Méntrida, Torrijos, Camarena, La Torre de Esteban Hambrán, Escalona, Maqueda, Montearagón, Fuensalida, Carmena, Quismondo y Nombela.
Ruta del Vino de Almansa
Más de 30 asociados entre bodegas, restaurante, alojamientos y entidades locales ofrecen una experiencia singular ligada al enoturismo en la zona más al este de Castilla-La Mancha. Almansa, Alpera, Higueruela y Hoya Gonzalo son los municipios acogidos a esta oferta turística innovadora con un paisaje de toques mediterráneos, una gastronomía que aúna vanguardia y tradición, y un rico y variado patrimonio histórico, cultural y natural entre el que podemos destacar la monumentalidad de Almansa, las Cuevas de Pinturas Rupestres en Alpera, que se ha convertido en uno de los enclaves de referencia en arte rupestre en España, o la laguna del Salobralejo y la Sierra de Higueruela.
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