Este viaje nos lleva al lejano oeste... de Ciudad Real, donde el río Guadiana y el río Frío, ya en la frontera con Extremadura, nos ofrecen dos espectáculos naturales sorprendentes. El viaje está pensado para senderistas, ya que las dos etapas que proponemos implican como mínimo una paseo de una hora y una caminata de tres.

El Abedular de Riofrío, a 20 km de Puebla de Don Rodrigo, es un espacio casi único en la Península Ibérica: se localiza a una cota excepcionalmente baja (630 m) –normalmente se sitúan a más de 1.000 metros de altitud– y ocupa una parte del río Frío de apreciable longitud, unos tres kilómetros.

Antes de ir es obligatorio pedir cita previa. La visita se hará siempre acompañados de agentes medioambientales.

Hay dos rutas: una corta de una hora, ideal para hacer con niños, y otra larga, de cuatro horas. Hasta el inicio de ambas se accede en coche. La ruta de recorrido corto dispone de un sendero interpretado con paneles y pasarelas sobre el río.

La otra propuesta que hacemos es un sendero de pequeño recorrido (PR-­CR ­21) que nos llevará unas 3 horas andando. Nos lleva al denominado Estrecho de las Hoces, donde el río Guadiana se retuerce entre paredes de más de 100 m de altura formando una hermosa garganta, poblada de madroños, enebros, jaras, encinas y quejigos; cigüeñas, patos, nutrias y martín pescador, entre otros.

Se inicia el trayecto en coche desde la plaza Mayor de Puebla de Don Rodrigo, por el camino de Villarta, en dirección Estrecho de las Hoces. A unos 8 km llegaremos a un puente que atraviesa el arroyo de Valdelobillos en su unión con el arroyo de Doña Juana. En este lugar podemos dejar el coche. Veremos el poste que nos indica el inicio de la ruta.

La ida (3,200 km) termina en el paraje “Tabla del Burdalillo”, desde donde podemos explorar aguas abajo el “Estrecho de la Murciana” o aguas arriba el “Estrecho de las Hoces”. Por el camino, disfrutaremos de unas vistas y una naturaleza sin duda inesperadas.