El Palacio del Infantado es un impresionante edificio construido a finales del siglo XV, la mayor joya arquitectónica de la ciudad de Guadalajara y un símbolo para sus vecinos. El visitante no tendrá más remedio que acercarse para admirar este bello y carismático edificio tardogótico, construido hacia 1480 por el arquitecto Juan Guas y el tallista Egas Coeman a instancias del II duque del Infantado. Antes de entrar en su interior llama la atención su espectacular fachada principal; destaca también su patio, conocido como el Patio de los Leones. En el interior se conservan las salas de los frescos decoradas entre 1578 y 1580  por Cincinato y la Galería del Jardín construida por Cristóbal de Adonza y Juan Gamacho entre 1497 y 1512.

Si el edificio requiere una visita y deleitarse con sus elementos artísticos y arquitectónicos, no le va a la zaga el contenido, ya que desde 1973 es sede del Museo de Guadalajara, inaugurado en 1838 y que es el museo provincial más antiguo de España.

Estamos ante un gran centro de conservación, investigación, exhibición y aprendizaje de patrimonio cultural, que aprovecha todos los espacios de su admirable sede con sus salas de exposiciones, almacenes y talleres; es, además, un potente centro cultural que alberga actividades de todo tipo.

El Museo de Guadalajara custodia los objetos más relevantes del patrimonio cultural mueble de la provincia. Sus colecciones se dividen en tres secciones: Bellas Artes, Arqueología y Etnografía, que se presentan conjuntamente de forma novedosa en su área de exposición permanente con el nombre de “Tránsitos”, y que propone un recorrido de carácter antropológico que incide en las ideas de vida, muerte y religiosidad de las culturas que han poblado Guadalajara desde el paleolítico hasta el siglo XX. Obras de Alonso Cano, Ribera, Carreño o La Roldana, restos celtibéricos y medievales, entre otros, y objetos de cultura popular van ilustrando el tránsito de las diferentes culturas por la provincia.

El Museo dispone de otra área de exposición permanente “El Palacio del Infantado. Los Mendoza y el poder en Castilla”, destinada a la interpretación del edificio que le sirve de sede y que está ubicada en uno de los espacios decorados con un magnífico conjunto de pinturas al fresco del siglo XVI.

En el paseo por sus salas les proponemos unos minutos para deleitarse con algunas de sus obras maestras: el vaso campaniforme (2600 - 1700 a. C.) procedente de la Cueva del Destete; la escultura femenina de Zenón de Afrodisias del siglo II, procedente del Palacio de los Duques de Medinaceli en Cogolludo y tallada en mármol; el ataifor encontrado en excavaciones arqueológicas de la ciudad de Gudalajara y datado en la segunda mitad del siglo X; las yeserías de la sinagoga de Molina de Aragón de mediados del siglo XIV; el sepulcro de Doña Aldonza de Mendoza tallado hacia el año 1435 en alabastro; la Virgen de la Leche, óleo de Alonso Cano pintado hacia 1659; terracotas de la Vida de la Virgen de Luisa Roldán, “La Roldana”, (1692-1706); o la botarga de Arbancón de Hermenegildo Alonso, “El Mere”, de la primera mitad del siglo XX.