A unos 2,5 km de Piedrabuena existe un oasis de agua y vegetación: la Tabla de la Yedra, un lugar de esparcimiento donde pasar un estupendo día de campo y disfrutar de la naturaleza, del descanso, del baño y de la pesca. Desde Piedrabuena se puede ir andando (por la carretera CR-721, está señalizado) o en coche.

El río Bullaque crea aquí un caudaloso embalse natural con aproximadamente 1 kilómetro apto para la navegación, ideal para un chapuzón o para un paseo en kayak que aquí se pueden alquilar; hay zonas para niños, mesas y barbacoas, un chiringuito donde comer o cenar y dos pasarelas que se adentran en el agua para facilitar el baño, al más puro estilo americano.

La Tabla es un lugar bien conocido por los aficionados a la pesca y es frecuente ver capturar carpas de gran tamaño.

Pero en el río Bullaque, el baño y la pesca no son la única opción, ya que existen varias rutas senderistas.

Una posible ruta nos hace cruzar los 3 puentes sobre el río. Unas cuatro horas caminando entre sauces, álamos, fresnos y olmos. La nutria es la estrella en la fauna de esta ruta, aunque el entorno de la Yedra también permite ver aves de ribera, el ruiseñor, el pájaro moscón o el martín pescador. Si hay suerte podemos otear alguna cigüeña negra, el galápago europeo y leproso, algún tritón pigmeo o sapillos pintojos ibéricos.

Otra ruta senderista sale de la Tabla de la Yedra y llega hasta el Castillo de Miraflores, fortaleza de origen islámico del siglo IX-X. La ruta nos brinda increíbles vistas desde lo alto del monte Cerrajón, a más de 700 metros de altura.

Por último, para los más andarines, desde la Yedra se puede llegar a Luciana por la ribera del río, con el cauce como referencia, a través de caminos y zonas de paso trashumante. La ruta es lineal, de unos ocho kilómetros de ida, con lo que lo ideal es volver en coche.