Las Ventas con Peña Aguilera, en plenos Montes de Toledo, tiene un entorno natural privilegiado, típicamente mediterráneo, idóneo para la práctica del senderismo y el cicloturismo por los diversos caminos habilitados para ello.

La localidad destaca, además, por su variada y rica gastronomía basada en platos típicos de la cocina monteña como el venado, la perdiz o las migas, etc. También es famosa la artesanía del cuero, piedra y forja.

En un paseo por el pueblo llama la atención la iglesia de San Pedro Apóstol, un templo gótico tardío con influencia mudéjar especialmente visible en el artesonado que cubre su nave de limas moamares con dobles tirantes y zapatas.

Fuera del pueblo, es obligatoria la pequeña excursión hasta los restos del antiguo molino de viento –hoy excelentemente reformado– de planta circular, hecho de mampostería, cal y canto. «Lirio» –así se llama el molino– siempre ha sido una rareza en esta comarca de Los Montes de Toledo, donde no hay molinos de viento, a diferencia de lo que ocurre en la comarca de La Mancha, donde abundan. El molino fue construido en 1872. En 1917, la fábrica de harinas hizo inútil su producción y se abandonó.

Actualmente, el molino se encuentra abierto al público durante los sábados y domingos de 11:00 a 14:00 horas y en lo sucesivo se abrirá en días laborables para grupos previa concertación con el Ayuntamiento. Desde hace varios años se organiza la carrera ciclista  “Subida al molino”, con gran afluencia de participantes.

El molino se halla en lo alto de un cerro desde el que podemos disfrutar de unas maravillosas vistas de los pueblos colindantes y del extraordinario paisaje que nos ofrecen estos montes. Es un lugar privilegiado para hacer fotografías.

A los pies del molino está la Ermita de la Virgen del Águila, del siglo XVI, donde se rinde culto a una pequeñísima imagen de la Virgen María con el Niño en sus brazos, conocida por la advocación del Águila, patrona de aquella villa.

Llaman la atención en el paisaje la Peña de la Cobertera, Peña del Hilo y Peña del Águila, curiosas rocas de granito esculpidas por el agua, el hielo y el viento; berrocales, canchales y rocas caprichosas son seña de identidad de este paisaje.