El término de Almodóvar del Campo ocupa una gran parte del Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona, un espacio natural sobresaliente con un valor ecológico y ambiental idóneo para pasear, realizar senderismo, para la ornitología y avistamiento de especies animales amenazadas. Además, el pueblo está construido en la ladera de un volcán, tan presentes en el Campo de Calatrava, cuyo cráter es ahora una laguna.

Una buena idea para apreciar este asombroso y heterogéneo ecosistema es acercarnos al Mirador De La Ermita de Santa Brígida, situado en el Cerro de Santa Brígida. Desde aquí se pueden contemplar las unidades naturales de la Sierra de Almodóvar, la Depresión del Tirteafuera y la Depresión de Almodóvar-Argamasilla, el cereal de secano y el olivar, en simbiosis con elementos naturales de gran valor como los edificios volcánicos de los Molinos o de la Huerta y las lagunas asociadas a erupciones freáticas y freatomagmáticas de la Laguna de Almodóvar, la Laguna de Cucharas o la de los Almeros.

Los ríos que atraviesan este territorio son también espacios protegidos por sus valores medioambientales. Los ríos Quejigal, Valdeazogues y Alcudia o la Sierra de los Canalizos, así como la importante Reserva Fluvial del Río Guadalmez se encuentran bajo la denominación de Lugares de Interés Comunitario. El Guadalmez señala la frontera natural entre Ciudad Real y Córdoba y es hábitat natural para especies tan importantes como el águila imperial, buitre negro, cigüeña negra o águila real. Es, además, un lugar ideal para practicar la pesca.

El término atesora una gran riqueza patrimonial, ya desde el Paleolítico. De época romana existen vestigios importantes como la vía que iba de Córdoba a Toledo en el Cordel de la Matanza. En la aldea de La Bienvenida se encuentra uno de los mejores yacimientos arqueológicos de la región: la ciudad romana de Sisapo. Los resultados arqueológicos muestran que se trata de un enclave importante, y parece que se puede plantear que se trata de la capital minera romana que administraba la explotación del mercurio y la plata de las minas de la zona. Han aparecido unos impresionantes mosaicos de gran belleza y en buen estado de conservación.

Sisapo se encuentra al sureste de Los Castillejos Volcánicos de la Bienvenida, uno de los mejores ejemplos del área volcánica del Campo de Calatrava. Una antigua y violenta erupción dejó este paisaje único y espectacular formado por cerros elevados que se extienden a lo largo de más de 1 kilómetro. 

En Almodóvar la huella más emblemática es la árabe. A las afueras quedan restos del castillo, una fortaleza de cuatro torres de cal y canto, cercada de sus murallas altas y tapia gruesa, con un foso a su alrededor, levantado en tiempos de la dominación islámica de la Península.

Los monumentos y centros de interés cultural se reparten por sus calles: la inigualable Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, el Museo Palmero –una bella casa de dos alturas en la que se ha instalado la colección privada del pintor Alfredo Palmero de Gregorio con obras de Tiziano, Miró o Solana–, la Casa-Convento de La Merced, actual morada de las monjas jerónimas, de estilo modernista y que data de siglo XIX; la Biblioteca Cervantina, en cuyo interior se recopilan infinidad de ediciones de El Quijote, en diversos idiomas, formatos y épocas, además de lienzos y dibujos relativos al personaje cervantino. O el Teatro Municipal, construido en 1845 sobre el lugar que ocupara el antiguo Convento de los Carmelitas.

Almodóvar fue hasta el siglo XVIII paso habitual entre Castilla y Andalucía, hacia el este al actual paso de Despeñaperros. En estos parajes, transitados por arrieros, caballeros, administradores, vendedores, Cervantes situó a muchos de sus personajes en las Novelas Ejemplares y en la obra universal de Don Quijote de La Mancha. En el camino Real de Toledo a Andalucía o camino Real de la Plata se encuentra la Venta de la Inés, mencionada en las Novelas Ejemplares. Sobreviven algunas dependencias claramente identificables: cocina, cuadras, patio.