Entre los valles del Tiétar y el Alberche se levanta, al norte de la provincia de Toledo, la Sierra de San Vicente. Estamos en un privilegiado entorno natural, escenario para la contemplación de la naturaleza y magnífica atalaya sobre el valle del Tajo disputada durante siglos por su estratégica situación.
En el corazón de la sierra se levanta el caserío del Real de San Vicente, pueblo serrano con un laberíntico entramado de callejas y plazas, que se convierte en un estupendo punto de partida para numerosas excursiones como la que aquí proponemos al viajero.
Según cuenta la leyenda, Viriato, que pasó de humilde pastor a batallador caudillo lusitano contra los romanos, acampaba con sus huestes en el llamado Monte de Venus que muchos sitúan en esta sierra del centro peninsular.
La ruta circular, marcada como sendero de pequeño recorrido con señales de pintura amarillas y blanca, recorre 16 kilómetros en unas cuatro horas y media y salva un desnivel positivo de 850 metros. Se puede hacer andando o en bicicleta de montaña y asciende a los picos más elevadas del Real de San Vicente, disfrutando de uno de los rincones más bellos de la provincia de Toledo que esconde un variado atractivo natural y patrimonial, y una gran diversidad paisajística, botánica y faunística.
Comienza el paseo con una prolongada subida desde el mismo pueblo. Un estrecho camino nos hará ganar altura rápidamente entre castaños. Al llegar al puerto, el camino cruza la carretera que desde el Real conduce hacia los campamentos y zona recreativa de el Piélago, paraje que se abre entre robles y castaños, que invita a relajarse en sus prados y que se convierte en lugar idóneo para preparar un pícnic.
Pero nosotros debemos continuar, dejando a la izquierda las ruinas del Real Convento del Piélago fundado en 1687. Si estamos atentos, muy cerca podemos ver los restos de un antiguo pozo de nieve, en cuyo interior se acumulaba la nieve compactada para ser vendida después en ciudades como Talavera de la Reina.
La pista continúa por un tramo llano. En el siguiente cruce debemos desviarnos la derecha para ascender al monte Pelados, uno de los mas altos de la sierra con 1.333 metros. Las vistas son espectaculares, con el valle del Tajo al sur y la sierra de Gredos al norte como telón de fondo sobre el valle del Tiétar. Muy cerca podemos observar un nuevo pozo de nieve.
Volviendo sobre nuestros pasos la ruta continúa –hay que tomar la pista a la derecha– y atraviesa el paraje del Saucejo, situado en la vertiente norte de la sierra. Nos encontramos en un bosque de castaños y robles con magníficos ejemplares de gran porte.
Más tarde cruzaremos la carretera CM-5001 para emprender la subida a Cabeza del Oso, la seña más identificaba del paisaje del Real de San Vicente. En su cumbre existe un estratégico castro celta de la Edad de Bronce de gran valor arqueológico.
Desde aquí solo resta la última bajada al ya muy próximo vecindario.
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