El municipio toledano de Madridejos se extiende entre las comarcas de la Mancha y la de los Montes de Toledo. Al sur se levanta la Sierra de Valdehierro a la que se llega siguiendo un carreterín asfaltado de 15 kilómetros conocido como Camino de las Sierras.

Una amplia área recreativa salpicada de pinos, y donde se levanta la ermita en honor a la Virgen de Valdehierro, patrona de Madridejos, será nuestro punto de partida para recorrer la Senda del Lince, marcada con las características señalas amarillas y blancas de los senderos de pequeño recorrido.

Nos encontramos en las estribaciones de los Montes de Toledo, en el límite provincial entre Ciudad y Toledo. Las laderas están pobladas de especies típicas del bosque mediterráneo: encinas y quejigos, con algunas repoblaciones de pinos, plantas aromáticas como el romero, el tomillo o la lavanda, zarzas, rosales silvestres, jaras o genistas. Además, en los cauces de los arroyos y las áreas más umbrías encontramos fresnos, tilos y el preciso arce de Montpellier. Con un poco de suerte podemos cruzarnos en nuestro paseo con corzos, ciervos, jabalíes, liebres, conejos o zorros.

Más difícil es poder observar al lince ibérico, que da nombre a la ruta, y que es uno de los mamíferos más amenazados del planeta.

Nos esperan 14 kilómetros que se pueden realizar a pie o en bici de montaña – excepto la empinada senda de subida a la Cueva de Castrola que habrá que hacer a pie–. Es una ruta fácil –excepto la mencionada subida a la cueva que requiere algo más de esfuerzo–, apta para todos los públicos y que se puede realizar en unas 3 horas y 45 minutos.

Desde el Área Recreativa partimos por una pista que recorre el fondo de un valle junto al arroyo de Valdehierro. Pasamos por los Porches de Castrola: antiguas construcciones que daban cobijo al ganado –sobre todo ovejas– y servían como vivienda para los pastores. En 250 metros el camino gira la izquierda para, tras una fuerte pendiente entre encinas, jaras y robles, alcanzar la Cueva de Castrola. Cuenta la leyenda que en este lugar se refugió durante ocho años Isidro Juárez “Castrola”, un bandolero de Villarrubia considerado “la alimaña más terrible de los Montes de Toledo”.

De vuelta hacia el Área Recreativa pasaremos junto al Aula de la Naturaleza de Valdehierro. Aquí se organizan talleres, rutas guiadas, juegos y cursos con el objetivo de sensibilizar y concienciar sobre la necesario conservación del medio natural.

Nos dirigimos hacia la falda del Mingoliva, desde donde tenemos unas fantásticas panorámicas. La ruta nos permite contemplar lo que queda de un magnífico chopo, el ejemplar de su especie más viejo de Castilla-La Mancha con más de cien años y 26 metros de altura, que se alza majestuoso entre una alameda de chopos canadienses de repoblación. Y, cerca del final de nuestra caminata, llegaremos al observatorio ornitológico del Muladar.

Llegamos de nuevo al punto de partida donde, cada 1 de mayo, se realiza la tradicional romería en honor a la Santísima Virgen de Valdehierro con una multitudinaria celebración en el explanada entre pinos en las que se levanta la ermita.