Entre la Alcarria y la Serranía, entre la sierra de Bascuñana y la de Las Majadas, se encuentra la comarca del Campichuelo. Pueblos como Portilla, Arcos de la sierra, Castillejo de la Sierra, Fresneda, Ribatajada, Ribatajadilla, Pajares, Ribagorda, Villaseca, Torrecilla y Collados por los que se puede pasear pausadamente y son una excelente alternativa para realizar actividades al aire libre: senderismo, cicloturismo, aeromodelismo y deportes de aventura como piragüismo, descenso de cañones, equitación, etc. O pesca en el río Júcar a su paso por Villalba y Mariana. O buscar setas y níscalos en temporada entre los pinares.
Una zona, además, muy cercana a Cuenca capital (15 km), lo cual nos permite establecer nexos con multitud de viajes cercanos.
Como muestra de su arquitectura popular, el Campichuelo conserva algunas de sus viviendas tradicionales, construidas a base de piedra, yeso, adobe y entramados de maderas de roble, sabina o enebro, con cubierta de teja árabe.
Típicas son también las cuevas y bodegas, espacios dedicados a servir de almacén, en cuyos lagares se elaboran artesanalmente vinos y aguardientes. En toda la comarca se pueden visitar los talleres artesanos donde se producen objetos de mimbre.
A lo largo de este viaje el paisaje está plagado de joyas naturales como el Estrecho de Arcos, el Ventano del Diablo, la hoz del Tajo, diversas peñas y dehesas…
Pero es un estilo arquitectónico, el románico rural de principios del siglo XIII –denominado así por su escasez de elementos decorativos y por la sencillez de sus formas, más funcional que monumental–, el hilo conductor del trayecto por su presencia en la gran mayoría de los pueblos de la zona.
Por cercanía, y antes de adentrarnos en el Campichuelo, es ineludible una visita a Arcas del Villar, formado por los municipios de Arcas y Villar del Saz de Arcas, a sólo 8 Km de la capital. Además de por sus atractivos naturales, esta población merece ser visitada por el gran valor artístico de dos de sus monumentos.
En Villar del Saz de Arcas tenemos una muestra notable de románico en su iglesia parroquial de La Asunción, que embellece aún más este pueblo. De planta rectangular, una sola nave y ábside semicircular, al más puro estilo románico. Es original la atípica situación de su espadaña, a los pies del templo. Dentro hay que destacar la pila bautismal decorada con gallones contorneados por arcos de medio punto y cenefa en zigzag.
En Arcas destaca la iglesia de La Natividad de Nuestra Señora, declarada B.I.C en 1982. Un templo románico con elementos de transición al gótico, construida en el siglo XIII. Es una de las construcciones más importantes de la provincia que nos llamará la atención por su gran tamaño, símbolo de la prosperidad económica del entorno. En el exterior debemos resaltar su portada Sur, plenamente románica con cinco arquivoltas apuntadas y abocinadas con baquetones y un recercado decorado con puntas de diamante.
En el pueblo de Mariana nos encontramos la iglesia de San Pedro del siglo XIII en la que destaca su ábside y su espadaña triangular. En Mariana también encontramos una pincelada de color ya que su ayuntamiento es de estilo modernista.
De Mariana pasamos a Sotos: la portada del Perdón de su iglesia es una de las joyas del románico conquense.
En Torrecilla, el ábside de su iglesia exhibe la cicatriz de una ventana cuadrada realizada con poco tino, tara compensada por la mezcla de estilos de su pórtico románico enmarcado en un arco apuntado ya hacia el gótico.
En la iglesia de Pajares encontramos un artesonado mudéjar, el coro y una bella pila bautismal. Como curiosidad, "el dios de Pajares" es el nombre dado a un gran roble del lugar.
Y terminamos nuestro viaje en Ribatajada, donde la nave de su iglesia románica sobresale por su ábside ligeramente más bajo.
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