Situado en el centro de La Mancha, en el vértice donde se unen Ciudad Real, Cuenca, Albacete y Toledo, encontramos Tomelloso, un extenso caserío blanco con olor vino, el principal motor de su economía y su cultura desde hace cientos de años. La enorme producción vínica ha fomentado a lo largo de los años la creación de gran número de alcoholeras cuya producción ha continuado de manera imparable hasta convertir la ciudad en la primera productora de alcohol vínico del mundo. En torno al año 1950 y posteriores había en Tomelloso 60 destilerías y hasta 100 chimeneas. Muchas de las chimeneas de las antiguas fábricas pueden ser visitadas en una interesante ruta por la localidad y existen en el subsuelo de Tomelloso unas 2.200 cuevas-bodega. Además, Tomelloso, consciente de su pasado y cultura, conserva todos los valores y tradiciones que su historia le aporta.

De todo ello nos podemos empapar mediante diversas rutas culturales, enológicas, arquitectónicas, literarias, etc… que ofrecen desde la Oficina de Turismo. Así que este sería nuestro punto de partida: la Posada de los Portales, antigua posada de viajeros que hoy es centro cultural y Oficina de Turismo. Visitaremos las diferentes salas con las que cuenta el edificio, la chimenea y la exposición temporal.

Conocer la esencia de la cultura del vino es conocer también la esencia de la ciudad, así que consideramos imprescindible reservar en la Oficina de Turismo alguna visita a bodega y antigua cueva-bodega. En estas visitas, de aproximadamente hora y media de duración, se conoce el proceso completo del vino, desde la entrada de la uva hasta el embotellado, y finaliza con su posterior cata.

En la misma plaza de España donde nos encontramos podemos visitar el Ayuntamiento (de lunes a viernes en horario de mañana), edificio que data de 1.904 en el que destaca el Salón de Plenos y la Sala del pintor Francisco Carretero, que alberga 8 paisajes y un cuadro figurativo (“El Varal”) de este sobresaliente artista local. Cruzando la plaza tenemos la Parroquia de la Asunción de Ntra. Sra., en la cual destacan algunas tallas de indudable valor y obras pictóricas del tomellosero Francisco Carretero.

Por la calle Independencia llegamos a los jardines de la Glorieta Mª Cristina, donde se encuentra el Museo Antonio López, que alberga una colección permanente de óleos y dibujos cedidos por Antonio López Torres a su ciudad con un total de 65 óleos y 41 dibujos distribuidos en dos salas diferentes. Asimismo, dispone de una sala de exposiciones temporales y un auditorio.

En el Parque “Urbano Martínez” encontraremos una de las obras maestras de la ciudad: la Chimenea de la antigua bodega de Antonio Fábregas, de 1964. Es de planta octogonal y tiene una altura de 40 metros. Es espectacular por el giro completo en las aristas que hace desde el final de la base hasta la cúspide. Se conserva también la torre de destilación de 120 metros cuadrados de superficie y 30 metros de altura. Podemos visitar varias de ellas, ya que todas son distintas y existe una ruta específica dedicada a este patrimonio industrial

El vino y la gastronomía manchega van de la mano en la ciudad. Podrán disfrutar desde los platos más tradicionales, como jamón y quesos manchegos, hasta las preciadas migas y gachas. Sin olvidar aquellas chuletas asadas de cordero que hacían las delicias sobre las brasas. Incluso no faltarán propuestas como las pizzas, un aliciente italiano que han sabido castellanizar con maestría algunos establecimientos de Tomelloso. Además, tenemos la opción de comprar productos típicos y dulces en las tiendas especializadas.

Después de comer podemos visitar el Museo del Carro y Aperos de Labranza, museo etnográfico que nos da a conocer cómo trabajaban la tierra y elaboraban el vino los agricultores de hace ya algunas décadas. Además de una cocinilla típica, se conservan numerosos aperos de labranza, pero, sin duda alguna, la joya de este museo es el bombo, construcción rural de piedra seca típica de Tomelloso que servía de vivienda y refugio durante las faenas del campo.

En sábados tarde y domingos por la mañana visitaremos el Museo de Arte Contemporáneo Infanta Elena, destinado a albergar la colección permanente de la Bodega y Almazara Virgen de las Viñas, nutrida de las obras que concurren a su prestigioso Certamen Nacional de Pintura que se celebra anualmente, así como exposiciones temporales de prestigiosos artistas.

Por último en la Carretera de Pedro Muñoz, llegamos al recinto de Pinilla, donde se encuentran el Museo y Santuario Virgen de las Viñas. La ermita es una nave con crucero presidida por la imagen de la Santísima Virgen de las Viñas. Desde sus puertas realizadas en forja y vidriera, sus vidrieras con los cuatro evangelistas, hasta la pintura del techo del Camarín de la Virgen que constituye una auténtica obra de arte, obra del pintor Ezequiel Cano, es digno de admirar.

El museo (reserva previa) alberga fotografías y documentos fechados desde los años cuarenta, cuando Tomelloso acogió a su Patrona. Se exhiben igualmente vitrinas en las que se muestran vestidos, mantos, mantillas, estandartes y banderas de la Virgen, así como candelería y objetos de sacristía, y el Libro de Oro de la Hermandad que data del año 1942.

Se puede aprovechar el buen tiempo y dar un paseo por el entorno, finalizando con un vino en el restaurante del recinto.