Letur es uno de los pueblos con más encanto de Albacete y constituye el conjunto árabe más importante de la provincia; su casco antiguo, de trazado musulmán, realizado en tapial a base de tierra, agua y cal está declarado Conjunto Histórico Artístico. Sus calles tortuosas y estrechas, con adarves, cuestas, arcos y portales ofrecen un precioso paseo. Situado en el bello enclave natural de la Sierra del Segura, el pueblo convive en estrecha armonía con la naturaleza. La villa es atravesada, literalmente, por el agua, siempre presente y protagonista absoluta.
El agua bulle por las callejuelas de Letur a través de su alcantarillado moruno, acequias, malecones, pilares, fuentes, charcos, balsas, ramblas y arroyos. Prueba de todo ello, y visita obligada, es el Charco de Las Canales, una impresionante piscina natural de agua fresca y limpia, apta para el baño, formada por el cauce del arroyo en pleno casco urbano.
Son característicos de Letur los numerosos portalicos o portales vecinales, formados por un arco de medio punto o dintel con dos jambas, todo de cantería, que sirven como distribuidor o zaguán a varias viviendas y que podemos encontrar en numerosas calles como Portalico, Abayacín, Cuesta de Los Lirios y Aire. Destacan también el arco de piedra de las Moreras, monumento natural, y el arco de la Puerta del Sol, antigua entrada a la villa que data del siglo XII.
Todas las calles y callejuelas se concentran en torno a la plaza Mayor, centro histórico en el que se levanta el edificio más emblemático de la localidad: la iglesia de Santa María de la Asunción, del siglo XVI. Recoleto y elegante, este templo es un ejemplo de gótico tardío; su portada plateresca es de singular belleza.
Junto a la iglesia se encuentra el Ayuntamiento, elegante construcción del siglo XVI de dos cuerpos, siendo el inferior de buena sillería, con dos amplios arcos de medio punto que descansan sobre columnas toscanas, albergando un espacio abierto que es la lonja, lugar donde se realizaban en siglos pasados representaciones y obras de teatro.
A la Ermita del Alto o de La Concepción se accede por una empinada escalinata, descubierta recientemente, que enmarca una interesante portada de gusto renacentista, similar a la de la iglesia. En su interior, un magnífico artesonado de tradición mudéjar cierra la cubrición de la única nave que tiene el templo.
Dada su situación en alto, Letur posee magníficos miradores.
Ofrece una bonita estampa de los huertos con sus hormas de tradición árabe, serpenteando por encima del cauce del arroyo de Letur, que recoge casi la totalidad de las aguas que nacen en todo el término, desembocando hacia el norte en el río Segura, que transcurre paralelo a la sierra del Regalí. Debajo de este mirador está el camino de los Cantalares, con pintorescos nacimientos de agua, como el Charco Pataco, cuevas y grutas, como la del Frescor, árboles singulares, etc. Contemplando este entorno, nos hacemos una idea de lo difícil que resultó la reconquista, sólo accesible por el sur, de ahí que fuera el último bastión musulmán de la zona arrebatada por los cristianos.
Desde aquí podemos contemplar la explanada donde se lidian los toros en los encierros de agosto y una magnífica vista del casco viejo, con los restos de una torre vigía y de muralla, integrada a lo largo de los siglos en la fisonomía urbana del pueblo.
Desde aquí podemos contemplar una magnífica vista del arroyo, cauce natural que recoge las aguas sobrantes de los diferentes nacimientos, y que en agosto se transforma en plaza de toros, para encerrar y lidiar las reses bravas. A la derecha el lavadero, y a la izquierda, podemos contemplar en buen estado de conservación, una de las torres vigías que cerraba el recinto amurallado que rodeaba toda la villa.
SENDERISMO
Letur es un buen punto de partida para realizar algunas rutas de senderismo.
Al este del pueblo, la ruta de los Cantalares y Charco Pataco es un fácil recorrido de aproximadamente 2 kilómetros, acondicionado con zonas de descanso, que rodea el peñón sobre el que se haya Letur. A lo largo del mismo se puede disfrutar de un hermoso entorno natural y encontraremos un nacimiento de agua, el “Charco Pataco” y algunas cuevas como la del “Frescor”.
Desde la calle Eras, por el camino de la Artezuela y siguiendo el arroyo de Letur hacia el norte, un sendero nos guía hasta la Cascada del Arroyo, un salto de agua rodeado de un entorno espectacular que sirve también como zona de baño. La mejor de las fotos para despedir el viaje. Duración aproximada de 3 horas.
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