La ruta literaria Enjambre es una ruta lineal de doce kilómetros (de Anchuras a Enjambre siete kilómetros y otros cinco hasta el Collado de Pie-dralba), basada en la novela del mismo nombre, por la pedanía Enjambre, perteneciente al municipio de Anchuras, en la comarca de La Jara, en la frontera de las provincias de Ciudad Real y Toledo con Extremadura. Siendo en estas tres localizaciones, Anchuras, Enjambre y el Collado de Piedralba, donde se desarrolla la obra.
«¿Sabes que antes de que existiera Anchuras ya existía una aldea de chozos donde se habían asentado los colmeneros en busca de la miel? Esa aldea se llamaba La Nava de los Enjambres. Luego se quedó sin Nava, sin escuela y sin gente. Sólo nosotros, ya viejos, agonizantes, a punto de desaparecer».
«El sol se está echando a lomos del valle y el cielo se ha puesto color carmesí. Tiresias lo mira desde el collado, de frente, y le hace daño a los ojos. Le ciega. No por su viveza ni por su luz, que ya es poca y sin fuerza, sino por su espectacular belleza. En línea con tu vista, tan cerca. La belleza de esas nubes escarlata abriéndose por el medio igual que se revienta por la mitad una granada. El corazón sangrante de una granada».
La novela Enjambre que pone en valor este te-rritorio, rindiendo homenaje a las gentes de estas sierras, verdaderos héroes que luchan contra el abandono y la despoblación, sin perder jamás la dignidad. Una reivindicación de una vida armoniosa con la naturaleza, que ama y cuida la tierra y los animales, y que no debería desaparecer, pues en ello nos jugamos la conservación o la destrucción del planeta.
«Tras el ordeño, viene la calma. Una calma chicha, adornada con el tintineo de las esquilas de alguna cabra: Tlinnn, tlinnn, tlinnn. Mientras la Remigia amasa el suero para obrar el milagro que mata el hambre y cumple los sueños: transformar la leche en queso».
La ruta puede hacerse en su totalidad o en parte; a pie, en bicicleta, en caballería, o en cualquier medio de locomoción (desvío por carretera de Sevilleja de la Jara), por un es-pacio natural único, en el que, además de su belleza, se pondrán en valor, a través de varios e impactantes murales pintados en la aldea de Enjambre con los personajes de la novela, usos tradicionales como el pastoreo, la fabricación de queso y miel, o la riqueza cinegética, muy presentes en la novela.
«¿Hay algo más bello en estas sierras, Tiresias, además de tus corzos y tus abedules, que el corazón de tus padres? Unos luchadores de la supervivencia que combaten todas las adversidades, los acosos, las embestidas para que abandonen su aldea y su forma de existir. Pero ellos no renuncian, se enfrentan, pelean a dentelladas para preservar su pequeño paraíso de vidas desterradas».
El Collado de Piedralba, inicio o fin de la Ruta, según se quiera, puede ser también la continua-ción para visitar el valle del Gévalo, con Navaltoril y Piedraescrita, tan presentes en la novela, y el Parque Nacional de Cabañeros. Al igual que, del otro lado de la sierra, la Siberia extremeña con el pantano del Cijara, que aparece reiteradamente en la obra literaria, y toda la comarca de La Jara de gran valor paisajístico y etnográfico.
Todos los paneles, los atriles e información de la ruta son accesibles para personas con discapacidad visual. Cuestión a la que se ha prestado especial atención pues el protagonista de la novela tiene discapacidad visual.
La ruta literaria Quercus se ubica en la localidad de Navas de Estena (Ciudad Real), Enjambre en Anchuras (Ciudad Real) y Valhondo en Robledo del Buey, pedanía de Los Navalucillos (Toledo). En su recorrido, los lectores/senderistas podrán seguir las huellas de los personajes de cada una de las novelas, reconociendolos paisajes y el territorio humano que inspiraron al autor en su escritura. Las tres rutas forman una especie de triángulo en el centro de Los Montes de Toledo, en el corazón de Los Montes de Toledo. De Robledo del Buey (Valhondo) hay tan solo 21 kilómetros a Anchuras (Enjambre) y 60 a Navas de Estena (Quercus). Estas cortas distancias permitirían realizar las tres rutas literarias envarios días, en un fin de semana; propiciando también el conocimiento de otros atractivos paisajísticos, culturales y etnográficos de la zona.
CABAÑEROS
Cabañeros, a caballo entre las provincias de Toledo y Ciudad Real, es mucho más que un Parque Nacional: es un lugar único en el mundo. En sus sierras, valles y rañas se extiende una de las muestras de bosque mediterráneo mejor conservadas del planeta, que da cobijo a parte de la fauna ibérica más amenazada como el lince, la cigüeña negra, el buitre negro o el águila imperial.
Encinares, alcornocales y el aromático matorral mediterráneo a base de jaras, romeros, tomillos y cantuesos se suceden entre serranías, pedrizas y salpican las rañas –el particular Serengueti español–. No será difícil observar el vuelo de los majestuosos buitres leonados o de alguna rapaz, y avistar ciervos y corzos.
El Parque cuenta con centros de visitantes, museos y puntos de información repartidos por el perímetro de la zona protegida, donde se puede disfrutar de exposiciones sobre los valores naturales y culturales del parque y su entorno. Para conocerlo a fondo es recomendable realizar alguna de las rutas que de forma libre o con guía -de esta última forma no se perderá detalle de la riqueza de ese espacio único- se pueden hacer a pie, en bici o en vehículo todoterreno. Varios son los posibles puntos de partida para estas rutas: Navas de Estena, Retuerta del Bullaque, Horcajo de los Montes, Alcoba o Casa Palillos.
Una región de libro
La pasión por el viaje y la literatura –profundamente relacionadas a lo largo de la historia– se dan la mano en estas rutas turísticoliterarias que permiten, al lector y al viajero, recorrer caminos, descubrir paisajes, y visitar pueblos y ciudades a través de la mirada y la imaginación de autores que centran sus narraciones en escenarios de Castilla-La Mancha.
El lector se adentra en una doble experiencia: viajar leyendo a través de la imaginación y el relato del autor, y explorar esos relatos para enriquecer la propia experiencia viajera.
Estas rutas ofrecen una forma diferente de adentrarse en rincones literarios de Castilla-La Mancha y, a la vez, son una fuente de inspiración para los viajeros y los amantes de la literatura.
Invitamos a lectores y viajeros a disfrutar de estas páginas que nos transportan a través de la historia, la naturaleza y la cultura de una región inagotable.
EL AUTOR
Rafael Cabanillas Saldaña (Carpio de Tajo, Toledo, 1959). Escritor, guionista y fotógrafo, es una de las voces más impactantes del panorama literario español. Autor de una veintena de libros –entre ellos: Al llegar el invierno, El llanto de la clepsidra, Hojas de baobab o Mirtillo Blu–, del documental Cine para África y de las exposiciones «En clave de mujer» y «África en tu mirada». El éxito literario le ha llegado gracias a la trilogía En la raya del infinito, formada por Quercus (2019) (Libro Recomendado por la Asociación de Libreros y la Red de Bibliotecas de Castilla-La Mancha), Enjambre (2021) y Valhondo (2022). Premio Nacional Miguel Hernández del Ministerio de Educación y Cultura a su labor educativa y cultural. Maquila (2023) es su última novela.
LA TRILOGÍA
Las rutas literarias Quercus , Enjambre y Valhondo reciben este nombre por los títulos de las novelas del escritor Rafael Cabanillas Saldaña que conforman la trilogía En la raya del infinito. Las tres novelas, que se leen de manera independiente, igual que las tres rutas, que se recorren de manera independiente, comparten un espacio común como protagonista: Los Montes de Toledo, con su epicentro en el Parque Nacional de Cabañeros de las provincias de Ciudad Real y Toledo, y también la comarca de La Jara en sus estribaciones.
Siendo cierto que el objetivo de un escritor es que lo que cuenta sea universalizable, de manera que, en este caso concreto, los problemas y reivindicaciones de los pastores de cabras ante el abandono, sean los mismos y le valgan a un pastor de yak de Nepal, que a otro de llamas de Los Andes, en Quercus, Enjambre y Valhondo el referente geográfico son Los Montes de Toledo. Es la primera vez, a lo largo de la historia de la literatura, que se han escrito tres obras sobre esta cordillera, sus gentes y su cultura. Una cordillera rectilínea que es la columna vertebral de Castilla-La Mancha.
Cada obra tiene, lógicamente, sus personajes protagonistas y diferentes, pero lo que une a las tres novelas, por eso precisamente conforman una trilogía, es un único protagonista: la tierra, el paisa-je, el territorio. En esa tierra viven desde la prehistoria unos seres humanos que se han hermanado con esa tierra: paisaje y paisanaje. Y en la convivencia con esa tierra para poder sobrevivir –la leña, la corcha, las bellotas, las cabras, el carbón, la caza– se ha ido creando una cultura ancestral, de un valor incalculable, incluyendo una forma de hablar, que está a punto de perderse por los problemas de la despoblación, el abandono del campo y el cambio en el modelo de vida. Una cultura que muere, que agoniza. Por eso, antes de que esto ocurriera y como si fuera un soplo revitalizador y, a la vez, como albacea para que quede constancia, Rafael Ca-banillas Saldaña ha escrito estas tres novelas. Para que quede el testimonio escrito de nuestra memoria.
LA OBRA
El Enjambre es una pedanía de Anchuras, en la que sólo viven dos familias que no se hablan. Es un territorio real y a la vez mágico. Existe en los mapas y en el imaginario. Otro realismo mágico. Cuando estando la Remigia a boca de parir y se le aparece en el sueño una especie de brujo o hechicero diciéndole que el hijo se llamará Tiresias, ella ya adivina que lo que lleva en su vientre es algo diferente, especial, casi sobrenatural.
Sin embargo, Tiresias es un niño enfermizo, medio ciego, igual que su homónimo griego: Tiresias, el adivino ciego. Lo que no le impedirá convertirse en pastor de esas sierras que, aun siendo un paraíso terrenal, se han ido vaciando en un goteo incesante.
Pero es a la noche, escuchando la radio, cuando se va a producir el milagro. Esa locutora del programa Desde la distancia te quiero, en el 96.4 de la FM, que parece hablarle exclusivamente a él, al pastor perdido en una aldea abandonada, transformará su existencia.
«Al fondo, en los bajos, verdean limpios, tras quitarse la sequedad polvorienta del estío, los alcornoques y las encinas. Más al sur, perdiéndose de vista, vienen las rañas marrones y sus pálidos rastrojos, del color del marfil. Bordeadas de pizarrales de tono azulado».
EL ESCENARIO
Enjambre tiene su principal escenario en la pequeña localidad ciudadrealeña del mismo nombre. Pedanía del municipio de Anchuras, se levanta en la comarca de La Jara, en la frontera de las provincias de Ciudad Real y Toledo con Extremadura. La población dio lugar a la actual Anchuras.
«Ahora las encinas y los quejigos, los alcornoques y los rebollos, los abedules, acebos y tejos de la umbría, los brezales,los majuelos y las madroñas, se han lavado la cara y resplandecen combatiendo contra esa luz tacaña, cicatera, para mostrarsus colores avivados por el agua».
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