Estamos en el término municipal de Cuenca, en el paraje conocido como Los Viveros, sin poblaciones alrededor, sólo rodeados de agua, bosque, roca y aire puro. Son típicas del Parque Natural de la Serranía de Cuenca las grandes masas de bosque mediterráneo asentadas sobre formaciones geomorfológicas como lapiaces, simas, hoces…

El cerro de Monteagudillo y el de la Modorra son dos peculiares atalayas pétreas cubiertas de bosque que se yerguen frente al embalse de la Toba y ejemplifican el paisaje típico de la Serranía Alta.

Dos senderos en torno al embalse, con el albergue de la Fuente de las Tablas como centro de operaciones, nos guían por este terreno montañoso y agreste, entre espesos pinares y praderas de montaña. Una variante sube a la Modorra, alcanzando los 1.440 m de altitud, y se acerca a la presa del embalse. Otra derivación llega a Monteagudillo, la cueva del Boquerón y las orillas del embalse.

Se desarrollan cerca de los 1.500 m de altitud, por pendientes muy pronunciadas y continuadas, por lo que habrá que tener especial precaución en época invernal.

Monteagudillo y el embalse de la Toba

El sendero PR-CU 108 se interna en el bosque y enseguida se llega a la derivación de la cueva del Boquerón (2 km ida y vuelta). El trazado circular continúa por el camino hasta una pista asfaltada que va por la parte más abierta de la paramera. A partir de ahí el bosque se espesa y podemos elegir varios caminos: subir a Monteagudillo, volver al albergue o seguir hasta la orilla del embalse.

Vuelta a la Modorra y presa del embalse

Este sendero (PR-CU 109) circunda el cerro de la Modorra. Baja primero por una senda hasta cruzar el arroyo del Boquerón. Una vez al otro lado del barranco se localiza la derivación que sube hasta la cima (2 kilómetros ida y vuelta), internándose en el bosque y visitando la fuente del Arenazo. Hay una derivación que lleva hasta la presa del embalse de la Toba (4 km ida y vuelta).