La comarca de Campos de Hellín es una tierra llena de contraste: sobrias llanuras de secano de vid, olivo y almendro frente a fértiles valles de frutales, hortalizas y arrozales regados por los ríos Mundo y Segura.

A 26 kilómetros de Hellín, el río Mundo se embalsa en el pantano de Camarillas, en un bello entorno natural de pinares y tamarindos donde, además de la pesca, es posible bañarse. Bordeando el embalses se encuentra el poblado Camarillas, que tiene una amplia playa natural y una vista completa del embalse.

Se puede llegar al embalse de Camarillas en bici, por la A-14 en dirección a Las Minas, una  carretera asfaltada y sinuosa pero sin grandes desniveles. O por caminos adyacentes que atraviesan choperas, campos de cereal y pino de repoblación.

La cueva de la Camareta está en un farallón rocoso asomado al embalse y tiene cuatro salas, tres talladas a mano en la roca, aunque muy probablemente en su origen fuera simplemente un pequeño abrigo natural.

Aunque el acceso a la cueva ya no es posible, la simple contemplación desde lejos, conocer su historia, imaginar su pasado y pasear por el entorno merecen la pena.

Que estamos en una zona transitada desde hace siglos lo demuestran algunos yacimientos arqueológicos verdaderamente importantes que encontramos no muy lejos, como el Tolmo de Minateda, la ciudad trimilenaria.

Y es que durante más de 2.000 años, esta cueva ha sido lugar de paso y refugio para las gentes. Podemos situarla cronológicamente en el siglo I de nuestra era, aunque hay especial profusión de inscripciones del siglo IV al VII. Se evidencia una destrucción del acceso a la cueva hacia el siglo IX y hay inscripciones de origen hispanomusulmán del siglo XI.

En Hellín, la capital de la comarca, la oferta cultural es amplia: su origen árabe es aún visible en la trama urbana del casco antiguo, con calles estrechas y sinuosas, adarves o callejones ciegos. El castillo exhibe parte de su defensa en la parte alta; la pujanza de la Iglesia católica desde el Renacimiento queda patente en las iglesias, ermitas y conventos de la zona antigua (destaca la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, de estructura gótica con aportaciones renacentistas)... En el paseo, veremos algunas casonas hidalgas (las Casas Falcón, Salazar, del Conde o Perier, son ejemplos de viviendas señoriales del siglo XVII y XVIII) con patios interiores, detalles sobre puertas y ventanas de las fachadas, una elaborada rejería del siglo XVIII existente en gran parte de los balcones; el barrio tradicionalmente alfarero; el callejón del Beso, considerado actualmente la calle más estrecha de Hellín y en la que destaca la Casa Mascuñán del siglo XVI.