Si tuviéramos que elegir un punto neurálgico para disfrutar de la naturaleza de la provincia de Cuenca en todo su esplendor, Beteta sería una elección perfecta. Este pequeño pueblo está enclavado entre el Parque Natural de la Serranía de Cuenca y el Parque Natural del Alto Tajo, dos de los escenarios naturales más espectaculares de Castilla-La Mancha.
Hacia cualquiera de los puntos cardinales toparemos con algún paraje natural espectacular. Hacia el oeste, por ejemplo, el cañón fluvial que es el Monumento Natural Hoz de Beteta y Sumidero de Mata Asnos, seis kilómetros de grandes paredes rocosas de más de 80 metros de altura cayendo en picado hasta las aguas turquesa del río Guadiela. Hacia el norte y el este, los encantos naturales salvajes del Alto Tajo.
Y hacia el sur, a escasos 2 kilómetros, el destino que aquí proponemos: El Tobar y su Laguna Grande.
La Laguna de El Tobar es una de las joyas escondidas de la provincia de Cuenca. Esta zona está declarada Reserva Natural de Castilla-La Mancha, Refugio de Fauna y espacio protegido de la Red Natura 2000; en realidad, hay 3 lagunas: la Laguna Grande, la Laguna Pequeña y la Laguna Ciega, en la actualidad desaparecida. La Laguna Pequeña no suele ser visible debido a la tupida vegetación; la Laguna Grande tiene un perímetro de unos tres kilómetros y es la que vamos a recorrer.
Proponemos visitarla siguiendo el sendero SL-CU 04 (Paseo Temático de la Laguna Grande) que sale desde el pueblo, es circular y rodea toda la laguna.
Longitud, 5 km
Tiempo: 1:30 h aproximadamente
Dificultad: fácil.
El recorrido se inicia a las afueras de El Tobar en dirección sudeste, por una pista amplia y sin vegetación que en 1 km desemboca en la Laguna. No tiene pérdida. El carrizo nos impide acercarnos al agua salvo en algunos claros.
El camino a nuestra izquierda va bordeando toda la laguna a cierta altura del agua. Pasaremos junto antiguos cobijos para el ganado y un pequeño pero espectacular mirador de la laguna.
Estamos rodeados de un espectacular paisaje kárstico que se ha conformado a lo largo de los siglos por la acción del agua sobre rocas calcáreas. El fondo de la laguna es impermeable, lo cual permite la retención del agua. Sus aguas son dulces en la superficie, pero a partir de los doce metros son saladas, el triple con respecto a la del mar. La diferencia de densidad es tal que los dos tipos de agua no se mezclan nunca.
Un fenómeno de lo más curioso conocido como meromixis. En la superficie se despliegan nenúfares blancos. El paisaje cambia ligeramente en las zonas más umbrías, donde el bosque se espesa y aparecen líquenes y musgos en rocas y árboles. Quizás podamos observar alguna nutria o alguna de las variadas aves acuáticas que aquí habitan.
Castilla-La Mancha Tourism in 2023. All rights reserved.