Daimiel es la ciudad de Las Tablas. Un oasis en pleno corazón de La Mancha. Alrededor del agua se ha desarrollado aquí una cultura y una sociedad de más de 4000 años de antigüedad.

El Parque Nacional es el mayor atractivo de Daimiel, no hay duda, y de él se derivan actividades, visitas y  excursiones que harán las delicias de cualquier amante de la naturaleza. Para sorpresa del viajero, esta zona de la Mancha está repleta de agua y vida: a 2 km de Daimiel, un paseo, está la Laguna de Navaseca, parte de la Reserva de la Biósfera “Mancha Húmeda” y lugar excepcional para la observación de aves.

Esas singulares características del entorno, con el Guadiana tan cerca, hizo de éste un lugar de asentamiento humano desde antiguo, como demuestra el yacimiento de Motilla de Azuer, la única motilla excavada y restaurada hasta hoy. Su construcción de recintos amurallados concéntricos, las salas y el pozo, deja perplejo al viajero: es un viaje 4.000 años atrás.

Durante la Edad Media, Daimiel también fue un enclave estratégico; la Orden de Calatrava tuvo aquí una de sus posesiones principales. Fruto de aquellos años de impulso es la construcción de la Iglesia de Santa María La Mayor (s. XIV), una construcción que conserva sus mejores vestigios góticos en la fachada norte.

Daimiel posee una espléndida serie de rincones y monumentos: la iglesia de San Pedro Apóstol, levantada durante el siglo XVI y con una preciosa portada renacentista; muy cerca, las típicas Casas de Labor del siglo XIX conjugan espacios familiares con patio y lugar para tareas agrícolas y ganaderas.

En una casa de labor está el Museo Comarcal de Daimiel, que nos cuenta la historia del pueblo desde aquellos remotos orígenes hasta la actualidad.

La plaza de España, centro neurálgico de la localidad, conserva su típica disposición de plaza manchega con soportales, en un extremo de la plaza, el singular olivo milenario, un monumento natural que según cuenta la tradición fue plantado en el año 900 por los musulmanes. La iglesia de La Paz o los conventos de Mínimas de San Francisco y Padres pasionistas pueden completar el paseo entre edificios religiosos.

En la arquitectura del municipio destacan las obras civiles de los años 50 diseñadas por Miguel Fisac, oriundo de Daimiel, que desarrolló una arquitectura de fusión entre el vanguardismo y la tradición llamada arquitectura orgánica. De este estilo y autor, encontramos el Centro de Interpretación del Agua y los Humedales y el Mercado Municipal de Abastos.

El Centro de Interpretación del Agua y los Humedales es el punto de partida ideal para una visita al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. El museo comarcal de Daimiel, ubicado en una antigua casa de labor, es el lugar idóneo desde el que planear la visita a la motilla del Azuer.