El río Pusa nace en los Montes de Toledo y, tras su recorrido de sur a norte, descarga sus aguas en el cauce del río Tajo, muy cerca de la localidad de Malpica de Tajo.

Un paseo por algunos de los pueblos que atraviesa su cauce nos permite conocer la historia del Señorío de Valdepusa y disfrutar de una rica vegetación de bosque mediterráneo que va dando paso a campos de cultivo a medida que se adentra en el amplio valle del Tajo. Saltos, pequeñas gargantas, azudes y molinos salpican el recorrido del Pusa que en invierno y primavera puede alcanzar cauces considerables y en verano no tanto.

Iniciamos el recorrido en Malpica de Tajo –a 50 kilómetros de Toledo por la carretera CM-4000–. Antes de llegar ya se alza majestuoso el perfil de su castillo, que se erige a orillas del río Tajo que hace de foso natural. Fue construido sobre una antigua fortaleza árabe del siglo X. Existen datos de su existencia desde el año 1307, cuando eran sus propietarios la familia Gómez de Toledo y fue acondicionado como residencia por sus descendientes. Podemos visitar la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol, el Quinto de Tamujas Bajas y la Ermita San Sebastián. El entorno de Malpica se ve favorecido por la riqueza natural de las riberas del Tajo que esconde parajes de gran belleza.

En dirección sur y en poco más de 17 kilómetros llegamos a San Martín de Pusa que se levanta en centro del antiguo señorío de Valdepusa que remonta sus orígenes al siglo XII. Sus recoletas callejas y plazas nos conducen a la Iglesia de San Martín Obispo, la Vieja Casona donde se hospedó Santa Teresa de Jesús en su viaje desde Nuestra Señora de Guadalupe a la Puebla de Montalbán. En la Plaza Mayor se levantan el edificio del Ayuntamiento de finales del siglo XV y el Palacio de los Antiguos Señores de Valdepusa. Algo más alejado se encuentra la ermita del Santísimos Cristo de Valdepozo y las ruinas del Castillo de Santiesteban ubicado en una propiedad privada.

Continuamos nuestro periplo para llegar a Santa Ana de Pusa. Enclavada entre las comarcas de la Jara y los Montes de Toledo, la localidad atesora una extraordinaria belleza paisajística. Iglesia Parroquial de Santa Ana, la Ermita del Cristo de la Salud, el Museo Etnológico El Canchar o el Puente del Pusa son algunos de los rincones que no debemos perdernos en nuestra visita. Este último es un excelente punto de partida para realizar algunas rutas senderistas por las riberas del Pusa y disfrutar de sus charcas, molinos, meandros, presas y de su riqueza natural. Hay cuatro rutas que parten desde el pueblo y que son de fácil acceso y recorrido para ser disfrutadas a pie, en bici o a caballo.

Poco a apoco el terreno se hace algo más agreste mientras nos acercamos a Los Navalmorales con un conjunto patrimonial y un entrono natural muy atractivo. Paseamos por la Plaza del Rollo, el antiguo Convento de los Capuchinos o la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Antigua con su flamante torre conocida como “la buena moza”. Hay que llegar también a la Ermita de San Sebastián en la Sierra del Santo desde donde disfrutamos de las vistas de la sierra de Gredos, los Montes de Toledo y el valle del río Tajo.