Cañete es un espectacular Conjunto Histórico Artístico enclavado en el centro de la Serranía de Cuenca: un punto estratégico perfecto a la hora de diseñar rutas y estancias en la zona. El pueblo está cercado de montañas y profundos barrancos surcados por el Cabriel y sus afluentes; su entorno natural brinda la oportunidad de deleitarse con un paisaje poco frecuente de piedras talladas, cascadas y hoces que nos permiten descubrir por sus senderos rincones tan bellos como alejados de la civilización.

Esta conjunción de factores –su patrimonio histórico y cultural, su magnífico medio natural circundante y su situación– lo convierten en un lugar indispensable y de grandes alicientes turísticos.

El interés de su conjunto urbano se centra en su trazado de carácter medieval, radial respecto a la porticada plaza Mayor con calles irregulares, callejones y adarves. La muralla abraza la población y muestra algunos fragmentos en dientes de sierra y una altura de hasta cinco metros. Además, se conservan sus puertas de acceso: la de Ias Eras, cuyo arco de herradura delata su origen árabe, la de San Bartolomé, también de tradición islámica con arco de herradura y en recodo, y la de la Virgen.

Este espléndido conjunto medieval se complementa con diversas muestras de patrimonio religioso, como la Iglesia de Santiago o la de San Julián y la Ermita de la Virgen de la Zarza. Dentro del pueblo también podemos disfrutar de un agradable paseo en la zona de esparcimiento turístico “El Postigo" junto al río Tinte que culmina en el Pozo de la Horca, al pie de una cascada de 9 metros.

Apenas a 15 km en coche de Cañete existe un paisaje totalmente único y poco conocido al que podemos ir en coche y recomendamos acercarnos: la Balsa de Valdemoro-Sierra.

A dos kilómetros de Valdemoro-Sierra (podemos hacerlos a pie o en coche desde el pueblo) sale una pista forestal indicada con un cartel que dice “La Balsa” que en breve desemboca en uno de los tesoros mejor escondidos en la provincia de Cuenca: una larguísima barrera tobácea sobre la que se precipita una cascada de gran caudal (sobre todo en época de lluvias). Abajo, el agua forma algunas pozas en las que muchos turistas y vecinos de Valdemoro-Sierra se bañan en verano.

Pero volviendo a Cañete… la variedad y belleza de su entorno natural nos ofrece varias alternativas de rutas de senderismo. Nosotros proponemos la denominada Ruta de El Dolmen del Rodeno-Los Miradores.

El Dolmen del Rodeno-Los Miradores

Distancia: 21 Km aprox

Dificultad: media alta

Proponemos una ruta a pie de 12 km de ida (10 km si se obtiene permiso para ir en vehículo todo terreno) y vuelta de 10.1 km o 9.7 km en función de si se vuelve por el camino de la Cabeza de D. Pedro o por El Chorreadero.

El itinerario recorre la parte sur del término municipal y se adentra en su último tramo en la zona del rodeno, que forma parte del espacio protegido del Monumento Natural del Rodenal del Cabriel. En el recorrido van a ir apareciendo, casi por sorpresa, curiosos parajes y espectaculares panorámicas: los miradores del rodeno, el dolmen o el Gorgocil permiten apreciar vistas diferentes del valle de Cañete y de la hoz de los ríos Cabriel y Mayor; los manantiales del Chorreadero, Gorgocil o Prao Rodeno nos mostrarán la enorme riqueza de acuíferos del entorno de Cañete.

Saldremos desde la Puerta de la Virgen, bordeando la fuente del Chorro y en la misma curva, asomándonos a la baranda que da al arroyo, ya tenemos el primer mirador; la postal desde el lugar es preciosa. Siguiendo el camino hasta S. Roque, poco antes de llegar al cruce, nos pararemos junto a unas piedras grandes que a la izquierda del camino nos sirven de referencia para disfrutar de la cascada que, desde el puente se arroja a los mismos pies del viejo molino. Seguimos la indicación que marca por la izquierda El Chorreadero y, con la montaña de pinos repoblados a nuestra izquierda, encontraremos la siguiente señal en la boca del Gorgocil.

Por alguno de los dos caminos que desechamos hemos de retornar. Asegurando las pisadas nos adentramos por la derecha del gollizno, buscando el camino que a diario cruzan las ovejas en pos del valle. Desde la quebrada del paso vemos unos metros más abajo un nogal que queda a la izquierda del camino, en su base mana el agua y, unos metros más abajo un tubo vierte generosamente al reguero el agua que capta en el lugar de la fuente del Gorgocil. En menos de 500 metros estaremos en el camino del Chorreadero, y otro tanto hay hasta este paraje de rica agua, pero nuestro camino a seguir es en sentido contrario, buscando poco más abajo del helipuerto el cruce del camino de las Carboneras, y siguiendo el trazado valle abajo hasta llegar al cruce de la Huerta Andonera.

Desde aquí hasta el Dolmen ascenderemos a razón de 10 % de desnivel. El paraje donde está situado el dolmen resulta espectacular, singular y totémico, como casi todos los asentamientos de este tipo que podemos encontrar en la comarca. Son impresionantes las vistas del valle.