11 km (ida)

Lineal

Dificultad baja

Duración: 3 h 15 m (ida)

La ruta es lineal, así que hay que tener en cuenta vehículo para la vuelta si no se quiere desandar el camino.

La comarca Entreparques, al norte de la provincia de Ciudad Real, tiene una localización privilegiada: entre dos Parques Nacionales –Cabañeros y las Tablas de Daimiel–, en una franja de territorio que se extiende de este a oeste entre la llanura manchega y los Montes de Toledo. Predominan en él los relieves montañosos y el ecosistema propio del monte mediterráneo: encinas, quejigos, jaras, brezos y plantas aromáticas que ofrecen un amplia gama de colores; buitres negros, águilas imperiales, cigüeñas negras, nutrias, ginetas, meloncillos, gallipatos, tritones…

La parte sureste de la comarca se encuentra salpicada por numerosas manifestaciones vinculadas al volcanismo del Campo de Calatrava: conos, domos y cráteres de explosión o “maares”, lagunas de carácter temporal únicas en la Península Ibérica como Las Navas de Malagón, la Laguna de Peñarroya o la Laguna de la Camacha. Aquí podéis ver un viaje dedicado a ellas.

Cobijado por los ríos Guadiana y Bullaque está Luciana, que muestra una sorprendente combinación de patrimonio y entorno natural.

En el pueblo, la plaza Consistorial, centro neurálgico de la localidad alberga las construcciones religiosas y civiles más importantes de la villa: el ayuntamiento y la iglesia parroquial de Santa María Egipciaca, un singular templo con una gran espadaña en su fachada.

Un paseo hasta llegar al río Guadiana, pasando por área recreativa “Los Ejidos”, cruzar las “pasaderas” del río Bullaque y llegar al antiguo molino es un precioso pasatiempo.

Pero aquí proponemos ir un poco más allá de ese paseo: una ruta de senderismo a orillas de los ríos Bullaque y Guadiana, introduciéndonos en el conocimiento de la vegetación, fauna y flora típica de los ecosistemas fluviales. Fresnos, sauces, tarayes y áreas cubiertas de tamujos,e importantes coberteras de nenúfares exclusivos de estos ríos.

Todo el recorrido se hace por una pista de tierra en buenas condiciones. Se inicia desde el puente situado sobre el río Bullaque en la N-430 y discurre por la orilla izquierda hasta el molino de agua de Luciana, donde cruzaremos el río Guadiana a través de un pequeño puente. Desde aquí, la ruta sigue un camino paralelo al río Guadiana por su margen izquierda sin posible pérdida hasta el final. 

Atravesaremos algunas de las mejores formaciones de fresnos, sauces y nenúfares de la región.

Poco después, vadeando el río a su margen derecha, abandonamos el río durante unos 2 kilómetros ya hasta nuestro destino: la aldea del Chiquero, que se encuentra semiabandonada y es el final de nuestro viaje.

Aquí podemos, bien desandar el camino, bien coger el coche que hayamos dejado de apoyo.