Alcalá del Júcar es un pueblo de cuento, singular, de los más bellos de España; un pueblo ideal para una estancia de fin de semana que ofrece, además de monumentos de gran interés histórico y artístico, numerosas actividades de ocio y tiempo libre en un entorno natural privilegiado, a orillas de un río Júcar apto para el baño. Alcalá del Júcar está declarado Conjunto Histórico-Artístico.

El puente romano –llamado así únicamente por su apariencia– cruza el río en la parte central del pueblo, dividiendo el casco antiguo de la zona más moderna. Algo más arriba, el puente de madera constituye un bonito espacio retirado del núcleo principal en el que se respira tranquilidad y naturaleza.

Ya desde lejos llama la atención el castillo, al resguardo de un imponente torreón de defensa de la época de los almohades, construido entre los siglo XII y XIII. Restos de una antigua muralla rodean la fortaleza. Existen indicios de que ya hubo aquí asentamientos íberos y romanos, que también eligieron el cerro como punto de vigilancia y defensa por su inmejorable situación estratégica sobre la montaña y buena línea de visión del horizonte.

Sin duda llaman la atención de cualquier viajero y son visita obligada las casas-cueva que encontramos diseminadas por el pueblo.

Las del Diablo están excavadas en el mismo corazón del peñón donde se asienta el pueblo. Su construcción fue iniciada en 1905 para ser usadas como corrales, palomares y alacenas. Desde hace ya unos años su propietario inició un proceso de ampliación y restauración de pasillos, corredores y estancias y hoy hay en su interior un bar, un restaurante y una discoteca. Sus asombrosas vistas del río y el valle, sus construcciones hechas en roca, sus largos pasillos y su temperatura constante todo el año sorprenden al visitante.

Desde las cuevas del diablo se puede acceder a la cueva del rey Garadén ya que están comunicadas entre sí.

La Cueva del Rey Garadén tiene alrededor de 750 años de historia y posee un gran mirador, además de un túnel de más de 170 metros. La función de esta cueva era la de una especie de aduana, de puesto de vigía para que toda la gente que venía de Castilla La Mancha e iba rumbo al levante pagara el tributo.

La Cueva de Masagó y del Duende atraviesa también de un extremo al otro la montaña y destaca por su belleza y delicado picado. En su interior se puede visitar el Museo de Fósiles, que es una de las mayores colecciones de fósiles de toda España con más de 600 piezas. También encontramos el Museo de Numismática con reliquias que van desde la época de Felipe IV hasta nuestros días. Otra particularidad de esta cueva es La Casa Alcalaeña que recrea la casa típica tradicional de Alcalá del Júcar.

En cuanto al patrimonio arquitectónico, además del castillo, destaca en Alcalá la Iglesia de San Andrés, un templo que aparece imponente tras coronar la subida desde el río. Iglesia, puente romano y río Júcar componen la icónica estampa de Alcalá del Júcar.

Curiosa por su irregular forma y digna de visitar es la plaza de toros, una de las más antiguas de España. No se conoce la fecha de su construcción, pero existen escritos de 1902 que hacen referencia a este edificio singular. El graderío está hecho directamente sobre la roca y los muros son de adobe. La forma exterior de la plaza es ovalada.

Como decíamos al principio, Alcalá se encuentra rodeado de un entorno natural privilegiado.

La propia Hoz del Júcar forma uno de los espacios más sorprendentes de toda Castilla la Mancha, dibujada hace siglos por la acción erosionante de las aguas del río, que evoluciona desde un terreno de explotaciones hortícolas y bosques de ribera hacia una espectacular sucesión de meandros que serpentean entre profundos cañones con paredes que, en ocasiones, superan los 100 metros de altura. Las paredes de roca son un lugar de anidamiento perfecto para multitud de aves rapaces como el águila real o el buitre leonado.

Es una zona de bellísimos paisajes que se pueden observar desde los muchos miradores emplazados en lugares estratégicos. Para los más intrépidos, el propio relieve de la Hoz del Júcar permite la práctica de algunos deportes como el barranquismo. Una escapada hasta Villa de Ves es ideal para apreciar la zona.

En el entorno cercano a Alcalá debemos asimismo destacar algunos lugares ideales para el ocio y el disfrute de la naturaleza:

Paraje natural del Tranco del Lobo

Este maravilloso espacio natural, de abundante flora y fauna, es ideal para practicar senderismo, ciclismo, pesca, darse un baño en las aguas del Júcar o simplemente disfrutar de sus excelentes vistas naturales.

También se han abierto rutas para bici, con una dificultad baja o media que hace las delicias de los aficionados.

Pedanía de Tolosa

A unos 5 km de Alcalá del Júcar, siguiendo el curso del río Júcar, nos encontramos con esta zona de rincones con mucho encanto que nos ofrece muchas posibilidades: aguas tranquilas para el baño, senderos, vistas preciosas del río y del entorno natural.